No se trata de comprar pendientes sueltos, sino combinar entre sí parejas muy dispares. Por ejemplo, se lleva un pendiente pequeño y pegadito a la oreja en un lado y otro grande, largo y llamativo en la otra. O si lo prefieres también puedes llevar un solo pendiente y dejar una oreja desnuda. Si no te atreves a lucir diseños muy distintos, siempre puedes jugar sutilmente llevando pendientes del mismo estilo pero con algún pequeño detalle que los diferencie.
Las celebrities ya han encumbrado esta nueva tendencia que te permite dar rienda suelta a tu imaginación y combinar distintos materiales, largos, texturas, colores o tamaños.
Parece arriesgado pero este “mix” es lo más “in” para las noches de verano.
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